El tema de los pañales de tela ha variado un poco en casa debido sobre todo a que V tiene dermatitis desde que tenía 2 meses y medio. Además, como ya os conté en el post de pañales de hace un tiempo, las caquitas de un bebé lactante salen fenomenal bajo el grifo, pero a los 6 meses, V empezó con alimentación complementaria, y ahí la cosa cambia.
Los pañales que compramos tenían algo de poliéster en la capa en contacto con la piel y lo primero que hay que hacer si tu bebé tiene dermatitis es pasar de ponerle cualquier tejido sintético. Nunca pensé que V fuera a tener la piel tan sensible, porque C y yo no tenemos ni hemos tenido dermatitis, pero según me comentó la profe de la guardería, cada vez les pasa a más niños, aún sin tener antecedentes en la familia. Por ejemplo, en clase de V son 8 bebés y 4 han tenido dermatitis.
Tuvimos que comprar otra remesa de pañales. Esta vez fueron 10 de la marca Coolababy, con la capa interior de fibra de carbón de bambú. Los hay estampados y de colores lisos, y nos costaron 75 €. Son más caros, pero claro, si pudiera retroceder en el tiempo, compraría estos directamente, porque no sabes qué tipo de piel va a llevar puesta tu bebé y con los de tejidos naturales, aseguras.
Venían con un inserto de 2 capas, también de bambú, y además hemos aprovechado los insertos de los pañales anteriores, ya que aunque no sean 100% algodón, al ir montados en el interior del pañal, no están en contacto con su piel. Ponemos un inserto de fibra de 3 capas más uno de bambú de 2 capas y con eso aguanta seca 3-4 horas. También hemos aprovechado los antiguos pañales para meter a V en la piscina, en lugar de los de baño desechables (muy caros, por cierto). Por suerte no ha vuelto a tener problemas en la zona del pañal y la dermatitis prácticamente ha desaparecido de su cuerpecito, pero eso ya os lo contaré en otro post.
El otro gran cambio en la rutina pañalera viene porque con la nueva textura y forma de los desechos, no puedes (ni aconsejo) meterlos bajo el grifo para enjuagarlos. La parte buena es que ya no hay que frotar. Con un trozo de papel higiénico coges al Señor Mojón y lo tiras por el WC. Nosotros aclaramos a continuación un poco el pañal si ha quedado alguna manchita, para que luego no se resista en la lavadora, y a la bolsa pañalera hasta la siguiente colada. Pero claro, el inconveniente es que no voy a pedirle a la profe de V que lleve a cabo esta operación. Y sinceramente, no me veo quitando mojón esparcido, que es lo que pasaría ahora si cerraras el pañal tras quitárselo al bebé.
Así que para la guarde compramos desechables. Aún así, el ahorro en residuos y euros sigue siendo considerable y creo que es mejor esto que nada. Aquí y en foto de portada podéis ver intuír cómo queda el pañal (pillar a V quieta empieza a resultar bastante complicado):
Y vosotros? Qué tal vuestra experiencia con pañales de tela?